Este soplete es para un uso "ligero", principalmente fontanería, ya que no alcanza temperaturas demasiado elevadas. En general, cualquier soldadura que se haga con estaño. Un soplete moderno equivalente funciona normalmente a gas, con la clásica bombona azul de Camping Gaz, o sea, un aparato simple y funcional. El Optimus 406 es una bestia de otro tipo... Funciona con parafina líquida, que no es demasiado difícil de conseguir, ya que hay estufas modernas que la usan. La parafina a temperatura ambiente es bastante estable, con lo cual basta con tomar las precauciones habituales para líquidos inflamables. En el depósito caben aproximadamente 33 centilitros. No se todavía la autonomía de trabajo de un depósito, pero en 15 minutos de uso el nivel no descendió demasiado, así que aparentemente es frugal. Hay que precalentarlo 10 minutos. Así, con un par. En las fotos se aprecia que debajo del quemador hay un pequeño receptáculo para poner parafina, líquido de encendido o algún otro método para tener una llama durante un buen rato. El calor es imprescindible para dos cosas: presurizar el depósito y precalentar la parafina. Una vez encendido el propio calor del quemador mantiene todo en su sitio. El pistón se usa para añadir presión extra al principio, normalmente una vez encendido no es necesario usarlo, se mantiene presurizado él solo. Se puede inclinar en cualquier sentido sin que se apague, aunque la toma de combustible está en la parte delantera, ya que la posición habitual de trabajo es inclinado hacia delante.
La cabeza de un clavo al rojo vivo, aunque no se aprecia demasiado bien.
Y por fin, un vídeo (sin sonido) del protagonista encendido:
Según parece ser, este modelo fue fabricado en los años 1960, por lo que estamos hablando de una herramienta que tiene alrededor de 50 años. Si no pasa nada, aún durará por lo menos otros 50, funcionando por supuesto...