Esta noria de juguete es especialmente indicada para las vacaciones de verano con niños pequeños. De hecho es tan simple que incluso un niño puede construirla con algo de ayuda y supervisión de un adulto, con lo que se puede convertir en un buen pasatiempo para una sobremesa en el campo.
Herramientas: Se puede construir usando sólamente una navaja. Yo utilicé una multiusos con sierra, así que los acabados me quedaron más bonitos, pero salvo por estética no hace falta nada más que una navaja bien afilada.
Materiales:
-Dos palos de unos 10 milímetros de grosor y unos 2 palmos de largo. Muy importante que no estén resecos, porque es necesaria una cierta flexibilidad en la madera para poder construir la noria. No arranqueis ramas de un árbol vivo, sólamente las que ya se hayan caido solas.
-Dos palos en Y para el soporte del eje.
-Algo de corteza de árbol.
Yo hice esta noria en Pirineos, por lo que toda la madera que usé es de haya, pero sirve cualquier madera.
-Un arroyo para montar la noria :-)
Aquí hay dos fotos, una de los materiales que recogí en un principio, señalado lo que me fue útil, y otra de los que acabé utilizando, listos para montar.
Montaje
Primero. Pelamos los dos palos, los cortamos a la misma longitud, y cortamos por la mitad uno de ellos. Cuidado con los dedos en esta parte.
Segundo. Con la navaja, apoyandonos en algo sólido, y tal vez con la ayuda de una piedra, clavamos la navaja con mucho cuidado por la mitad del palo largo. Una vez que hayamos transpasado, giramos la hoja 90 grados para forzar que se abra la madera. Después hacemos lo mismo de forma perpendicular, y habremos conseguido 4 segmentos en mitad del palo largo. Este es el paso que requiere de forma imprescindible que la madera esté aún flexible, con madera muy seca se partirá.
Una vez hechas las dos hendiduras, y con ayuda de la navaja, insertamos los 2 palos cortos, uno por cada hendidura, de forma que queden equilibrados. El resultado se parecerá a esto:
Tercero: Cortamos la corteza para conseguir 4 segmentos similares. Es conveniente haber recogido algo de corteza extra porque es casi seguro que se romperá algún trozo.
Ahora hacemos un corte con mucho cuidado en los extremos de los palos cortos, y con ayuda de la navaja, lo abrimos ligeramente para poder insertar los trozos de corteza, uno en cada extremo, y respetando la curvatura, para que todos apunten en la misma dirección.
El resultado es el rotor acabado:
La noria se puede desmontar con cuidado, por ejemplo (como hice yo) para construirla en el camping y transportarla después en la mochila hasta el lugar de montaje.
Aqui estoy yo volviéndola a montar y haciendo unos ajustes de última hora.
Lista para funcionar.
Ahora sólo falta encontrar un arroyo no muy revuelto, o algún recoveco de un rio donde haya corriente suave, ¡y a montar! Se clavan los dos palos en Y, separándolos lo necesario para que no se caiga el rotor, y poniéndolos de forma que estén simétricos con respecto al centro de la corriente de agua.
¡Acabado!
Tuve que añadir un tope con unas piedras, porque al girar el rotor se iba desplazando poco a poco hacia ese lado, y se habría caído en 1 minuto.
Pasando la inspección pertinente.
Y ahora dos vídeos de la noria en acción, grabados con un teléfono móvil, así que lo siento por la mala calidad del vídeo.
La noria la monté en Pirineos, muy cerca del puente de San Nicolás de Bujaruelo, a finales de Agosto de 2010, si por casualidad la viste, me encantaría saberlo :-)